Las 3R, reducir, reutilizar y reciclar; son medidas ecológicas promovidas con el fin de disminuir la producción de residuos y contribuir con ello a la protección y conservación del medio ambiente.
A nivel práctico, los consejos son sencillos:
+ El hábito de reducir nos incita a comprar menos, escoger productos cuyo proceso de embalaje o envoltorio no sea excesivo o
esté fabricado con materiales que puedan ser reciclados con mayor
facilidad; sustituir las bolsas de plástico de la compra por bolsas reutilizables y disminuir en lo posible el uso de plásticos.
Todo aquello que se compra y se consume tiene una
relación directa con los desperdicios, y a la vez con nuestro bolsillo.
La reducción puede realizarse en 2 niveles: reducción del consumo de
bienes o de energía.
Por ello, el objetivo de reducción sería:
1. Reducir o eliminar la cantidad de materiales destinados a un uso único.
2. Reducir pérdidas energéticas o de recursos: de agua,
desconexión de aparatos eléctricos en standby, conducción eficiente,
desconectar transformadores, etc.
3. Reducir la emisión de gases contaminantes, nocivos o tóxicos evitará
la intoxicación animal o vegetal del entorno si llega a cotas no
nocivas.
+ Por otro lado, el hábito de reutilizar nos anima a tratar de alargar la vida útil de un producto. Antes de tirarlo y sustituirlo por uno nuevo, debemos buscar el modo de
repararlo o, de no ser posible, darle otro uso antes del final de su
vida.
Por ejemplo, una acción sencilla es utilizar la cara limpia de las hojas impresas, el papel
usado se puede transformar en pulpa y crear nuevas hojas para escribir,
pintar o decorar.
Esta tarea suele ser la que menos atención recibe y es una de las
más importantes. No solo ayuda al medio ambiente sino también a la
economía en casa.
+ La última R, el reciclaje se basa en tratar los desechos con el fin de
obtener nuevos productos, preservar materiales potencialmente útiles y
evitar así el daño medioambiental que conlleva su eliminación.
Ésta es una de las erres más populares debido a que el sistema de consumo actual ha preferido usar envases de materiales reciclables, pero no biodegradables. De esta forma se necesita el empleo en mayor forma personal y energía en el proceso.
La diferencia entre ellas es la acción que hay que llevar a cabo para realizarlas, no obstante, las tres tiene un fin común, conservar el medio ambiente.
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